La Unión ya se ha encargado de hacer llegar a los Gobiernos británico y español el informe en el que deja clara su convicción en torno a la comisión sistemática de delitos de contrabando de tabaco en Gibraltar: «Hay motivos para creer que los delitos de contrabando de tabaco y blanqueo de capitales afectando a los intereses financieros, o de otra índole, han sido cometidos».
Esa convicción es la que ha llevado a la UE a reclamar una investigación del fraude que se lleva a cabo diariamente en el Peñón. El informe es claro: cada español tendría que fumar 10 paquetes de tabaco al día para dar una explicación a los 117 millones de cajetillas importadas por Gibraltar durante el último año. La Hacienda española informa de que una buena parte de esas cajetillas acaba pasando la frontera española evitando el pago de impuestos.
Los investigadores de la OLAF no dejan lugar a la duda. El tráfico de tabaco con destino a Gibraltar se ha disparado en los últimos años a niveles muy superiores al crecimiento de la población total del Peñón (30.000 habitantes); y mucho menos se corresponde con la población potencialmente fumadora en la zona.
El Gobierno español, convencido de los delitos de contrabando y blanqueo de dinero que se llevan a cabo en la zona, pidió hace más de un año a Europa una investigación de las supuestas actividades ilícitas en el Peñón, que finalmente parece haberse destapado como base para actividades de contrabando y evasión de capitales, tal y como se deduce del informe de la OLAF.