La primera dificultad de Iñaki Urdangarin ante el juez llegaba pronto, y era justificar por qué Nóos cobraba por informes simplones, como por ejemplo, uno sobre el fútbol cuyo desarrollo tiene puntos como "qué es el fútbol" o "reglas del juego". Otro informe, esta vez sobre atletismo, profundiza menos todavía y es una lista de las federaciones simplemente.

Son sólo algunos de los beneficios que dejó Noos a la sociedad, porque en el pequeño mundo del instituto, ha generado "conocimiento y ha mejorado la sociedad", según ha dicho el exduque. Y si pagaban 5.000 euros por ponencias de 10 minutos en el Valencia Summit, era en parte por la capacidad de síntesis del orador.

Urdangarin se ha visto en ocasiones metido en jardines sobre sus conocimientos fiscales. "Ahí ya me pillaría. Si me va a hacer un examen de contabilidad o de asesoria o de impuestos, no lo voy a poder superar", respondía Urdangarin a una pregunta.

El exduque de Palma se está enfrentando a varias contradicciones, como quién decidió alquilar los pisos de la sociedad Aizoon. Se contradice en la misma frase., en la que dice "lo conocí después" en primer lugar, para después añadir que era él quien se ocupaba de eso. El calvario de la declaración del exduque pronto tocará a su fin.