"9 de abril de 1969, la banda terrorista ETA asesina a Fermín Monasterio Pérez, taxista y primera víctima civil. Era mi padre". Así ha devuelto Dori Monasterio a nuestra memoria a su padre este miércoles, cuando se cumplen 10 años desde que la banda terrorista anunció el cese de la violencia.
Lo ha hecho en un acto de homenaje a las víctimas de ETA celebrado en Vitoria y presidido por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Dori ha relatado sus más de 40 años conviviendo con asesinatos, miedo y dolor y ha reivindicado que "la memoria debe ser contada a nuestros jóvenes".
Que las nuevas generaciones no olviden lo que ocurrió es también el objetivo de Alberto Muñagorri. A él le alcanzó una bomba cuando tan solo tenía 10 años: "El artefacto dejó en estado crítico a ese niño, además de causarle serias lesiones como la amputación de la pierna, pérdida de la visión de un ojo (...). Ese niño era yo", ha relatado.
En Bilbao, María Jáuregui, hija del concejal socialista asesinado por ETA Juan María Jáuregui, ha aseverado que "el odio genera más sufrimiento, por lo que no debiéramos de transmitirlo". Pedía así memoria sin odio, "construyendo puentes sin dejar a nadie atrás".