Según los datos difundidos por la Oficina Electoral Federal tras finalizar el escrutinio, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara, la Unión Socialcristiana (CSU) lograron el 35,3 % de los votos, que se traduciría en 34 de los 96 escaños en liza.
Los conservadores bávaros lastraron a la CDU de Merkel y el grupo se quedó más de dos puntos y medio por debajo de las últimas elecciones europeas, y más de seis puntos por debajo del histórico resultado conseguido en las legislativas de septiembre.
En ausencia de la canciller, el cabeza de lista del bloque conservador, David McAllister, se limitó a reivindicar ante los medios su victoria en Alemania y el triunfo popular en la UE.
Mientras, los socialdemócratas, con Martin Schulz como cabeza de lista, obtuvieron el 27,3% de los sufragios, lo que supone 6,5 puntos más que en las últimas europeas, con lo que conseguirían 27 escaños.
Nada más conocer los primeros sondeos, Schulz afirmó que las elecciones habían desencadenado el comienzo de la "renovación política" de la UE y confió en sus opciones de ser el próximo presidente de la Comisión Europea (CE): "Trataré de encontrar una mayoría. Veremos quién logra al final el mayor respaldo", señaló a la televisión pública "ARD".
Tras las dos fuerzas mayoritarias se mantuvieron Los Verdes (10,7 % de los votos y once escaños) y La Izquierda (7,4% de los votos y 7 europarlamentarios).
Los pronósticos de las encuestas se cumplieron y los euroescépticos de Alternativa para Alemania (AfD), partido que surgió del rechazo a los programas de ayuda europeos, se hicieron con el 7% de los sufragios y siete escaños en Estrasburgo.
"Alternativa por Alemania ha florecido como un nuevo partido mayoritario", manifestó eufórico su líder y cabeza de lista, Bernd Lucke, tras las primeras encuestas a pie de urna.
Por su parte, los liberales del FDP, que sufrieron una derrota histórica en septiembre y quedaron fuera del Bundestag (cámara baja), volvieron a hundirse hoy y pasaron de doce a tres diputados en el PE con el 3,4 % de las papeletas.
La reciente sentencia del Tribunal Constitucional alemán que eliminó la barrera mínima de votos que debían superar los partidos para acceder a la Eurocámara propició que siete pequeñas formaciones entraran por vez primera en el PE con un diputado alemán.
Entre ellas, los ultraderechistas del NPD, partido que aglutina a los colectivos neonazis en Alemania y que, pese a estar inmerso en una demanda de ilegalización en el Tribunal Constitucional tras una querella de la Cámara alta (Bundesrat), se hizo hoy con el 1% de los votos y un escaño.
También estarán representados en el Europarlamento, con un escaño cada uno, la formación euroescéptica Votantes Libres, los Piratas, el Partido para la Protección de los Animales, el Partido de la Familia, los ecologistas del ÖDP y el "Partido", una formación alternativa de carácter satírico.
Si en la última legislatura hubo cinco partidos alemanes con representación en el PE, en la próxima serían trece las formaciones germanas con voz en la Eurocámara. La participación se situó, según las proyecciones oficiales, en el 48,1%, casi cinco puntos por encima de la de los últimos comicios europeos. Estuvo impulsada, según apuntan los analistas, por la celebración de elecciones locales en diez estados federados.
En Berlín hubo además una segunda urna en los colegios para un referéndum popular, en el que los ciudadanos rechazaron por abrumadora mayoría el plan del gobierno de la ciudad-estado para edificar en parte del antiguo aeropuerto de Tempelhof, protagonista del "puente aéreo" durante la guerra fría.