Ser homosexual o transexual en tiempos de Franco costaba caro. Elianne García, transexual represaliada en el franquismo, lo sabe bien, explica que estuvo "cuatro veces en la quinta galería de de la Cárcel de Carabanchel".
También Antonio Sánchez, que huyó de la represión a Francia: "Me detuvieron un par de veces por mi condición de homosexual. Estaba harto de este país".
Elianne pisaba la cárcel una y otra vez, un ambiente hostil, donde vejaban a quienes entraban en las celdas. "Yo he visto a una transexual que, por el hecho de llevar pechos, por la noche le dieron una paliza y la violaron".
Los expertos hablan de prácticas aberrantes en las celdas, con torturas y agresiones sexuales. Carlos Slepoy, abogado de Querella Argentina contra los crímenes del franquismo destaca que "la práctica normal era que un homosexual que entrara en una cárcel fuera violado sistemáticamente y que esto fuera propiciado incluso por muchos agentes penitenciarios".
Se estima que 5.000 homosexuales fueron encarcelados en la época franquista. En los Presupuestos Generales de 2009 se recogían indemnizaciones para estas víctimas, pero muy pocas la cobraron. "No alcanzan al 5% las personas que han cobrado la indemnización prevista en esta ley. Ha habido gente que no ha conseguido los papeles, tampoco han sido admitidos otros medios como testigos", añade Slepoy.
El oscurantismo del sistema franquista hace difícil el acceso a documentos policiales. Elianne lleva luchando siete años sin éxito. "Me han dicho que no me conceden la indemnización porque me negué a pagar una multa de 500 pesetas", asegura.
Verdad, justicia y reparación: solo así dice, podrá cerrar una herida que sigue abierta 41 años después de la muerte del dictador.