En cocinas que estaban cerradas desde que se decretó el Estado de Alarma ahora se hacen menús para personas sin recursos: los trabajadores que estaban en un ERTE se han reincorporado al trabajo para ayudar a los más desfavorecidos.
Estas cocinas funcionarán durante 90 días, creando 90.000 menús para personas que lo necesitan en Madrid y Bilbao y ayudando a personas como José Manuel, uno de los párrocos que cada día recibe los menús de la fundación Iberdrola, que los distrubuyé en un comedor social de Puente de Vallecas que estuvo a punto de cerrar hace unas semanas por falta de recursos. Ahora cientos de familias pueden comer gracias a la iniciativa.
Uno de los lugares en los que se lleva a cabo es en Alcobendas donde cocinas cerradas hoy reabren para hacer 200 menús solidarios.
La ayuda que llega también de pequeños grupos. La asociación 'Bokatas' recoge cada día donaciones particulares para comprar y preparar bocadillos que reparten a gente sin hogar en Madrid, Valencia y Zaragoza.
Otros, como la asociación 'La Rueca', se han organizado para recoger y repartir material tecnológico a las familias que no disponen de él, permitiendo a muchos niños continuar con el curso escolar gracias a la solidaridad de sus vecinos.