En la sede del Banco Central de Barcelona tuvo lugar el asalto más largo de la historia de España tres meses después del intento del golpe de Estado del 23 de febrero. 10 atracadores retuvieron a 263 rehenes durante 37 interminables horas.
José Juan Martínez, conocido como 'El Rubio', el cerebro del atraco, pasó 15 años en la cárcel. Como muestran las imágenes, 'El Rubio', no se llevó el dinero, los tres millones de euros que había en el banco se quedaron apilados dentro.
'El Rubio' aseguró que su objetivo era otro: unos documentos secretos guardados en una caja de seguridad. "Eran documentos en los que se detallaba, claramente, que la monarquía estaba implicada en el golpe de Estado", recordó en laSexta. Pero estos comprometidos documentos del 23 de febrero nunca aparecieron. Incluso, Equipo de Investigación se lo preguntó a Antonio Tejero, pero éste no se pronunció.
Por otro lado, 'El Rubio' leyó ante las cámaras del programa el documento de los atracadores en el que explicaban sus peticiones "en el afán de limpiar a España y terminar con el terrorismo rojo": la liberación de cuatro militares, héroes del 23F, como Antonio Tejero; y un avión, en 72 horas, que les trasladara desde Barajas a Argentina.
"Pasadas las 72 horas nos veremos en la obligación de ejecutar a diez personas y, cada hora restante, a cinco", decía el comunicado que volvió a leer 'El Rubio' en Equipo de Investigación. El comunicado, que se depositó en una cabina telefónica, generó tanta incertidumbre que 1.430 policías cercaron el edificio.
El segundo jefe GEO de la Policía Nacional, Enrique Esteban Pensas, recordó cómo fue ese momento: "Desde el principio se estaba en la creencia de que podían ser guardias civiles porque hacía tres meses se había producido la toma del Congreso por Tejero y un grupo de guardias civiles".
Pero, tras hacer una serie de comprobaciones, se empieza a pensar que no se trataba de eso. "Las propias personas a las que se pedía liberar se oponían a dicha liberación. Tejero dijo que 'no'", explicó Esteban Pensas.
Hasta 30 ambulancias se desplazaron al Banco Central. "Había un silencio sepulcral en la plaza, los atracadores tenían puestos a los rehenes como escudos humanos para que la Policía no pudiera dispararlos", detalló Manuel Esteban, voluntario de la Cruz Roja.
Por su parte, Ricardo Martínez Calafell, uno de los rehenes, recordó cómo le dispararon antes de dejarle en libertad: "A mí me tocó estar el primero. Me miraron y me dijeron que estuviera quieto, que juntara las piernas y que estuviera tranquilo, pero con toda la sangre fría me dispararon un balazo limpio con entrada y salida. Noté que la pierna se me caía, y me sacaron a la ambulancia".
'El Rubio' fue quien le disparó. Su motivo, como explicó en laSexta, era alejar a la Policía del edificio ya que "lo había acordonado todo": "Se había acercado a las paredes del Banco, así que, para que se alejaran, escogí al rehén más joven que tenía y le dije que le había tocado. Intenté dispararle en el muslo, pero lo quiso parar y le di en la rodilla. Con el disparo, inmediatamente, la Policía se retiró".
Además, el cerebro del atraco también contó cómo fue a la zona de las cajas fuertes junto a su número dos, José María Cuevas: "Buscamos la cámara 156, no sabíamos a nombre de quién estaba, pero allí se encontraban los documentos que teníamos que recuperar". Unos documentos por los que fueron "contratados", que "estaban implicados en el 23F" y que confirmarían, según 'El Rubio', que "el monarca era el capitán general de todo".
Pero esos documentos nunca vieron la luz. Según destacó, fueron introducidos "en una cartera de piel" y entregados a un espía a sueldo de los Servicios Secretos durante la primera salida de los rehenes del Banco Central.