Cuando Pedro Sánchez se convirtió en presidente por primera vez, tras la moción de censura a Mariano Rajoy, no fue la elegida. Durante aquellos meses del primer Gobierno de Sánchez, Magdalena Valerio cubrió la cartera de Trabajo, y aunque sacó adelante diferentes políticas sociales y de igualdad, no tuvo tiempo para abordar la reforma laboral aprobada por el PP en 2012. Quien sí consiguió acometer esta cuestión fue Yolanda Díaz (Fene, A Coruña, 1971), ministra de Trabajo de Sánchez desde 2020 y también ahora, en el nuevo Gobierno salido de varias semanas de duras negociaciones y con las continuas protestas de la derecha y la ultraderecha.
Díaz repite como titular de la cartera de Trabajo, como se esperaba, y vicepresidenta del Gobierno. Hija de un militante del PCE y exsecretario general de Comisiones Obreras en Galicia y sobrina de un diputado del BNG, Díaz se licenció en Derecho en la Universidade de Santiago de Compostela, especializándose posteriormente en relaciones laborales, dirección de personal y recursos humanos, además de en Seguridad Social, contratación laboral, administración y poder político y género.
Aunque sus inicios fueron en diferentes despachos de abogados, en 1998 se colegió y abrió el suyo propio en Ferrol, donde años más tarde, en 2007, fue elegida concejala del Ayuntamiento y acabó ejerciendo como teniente de alcalde, por Esquerda Unida. Compaginó ambos empleos hasta 2012, cuando cambió su condición de colegiada a "no ejerciente" y asumió su acta de diputada en el Parlamento gallego.
En las elecciones generales de 2016, Yolanda Díaz fue la elegida para representar a los gallegos en el Congreso de los Diputados, momento desde el cual ha ido ocupando diferentes portavocías —Industria, Comercio y Turismo, Economía y Empresa...—. Ya en 2020, tras el primer (y breve) Gobierno de Sánchez, entró a formar parte del Ejecutivo como ministra de Trabajo, cargo que revalida ahora.
En marzo de 2021, fue señalada para suceder a Pablo Iglesias en la vicepresidencia, un cargo que ella misma ha reconocido que no quería —"lo asumí y transité hasta el verano como pude"—. Como vicepresidenta tercera, asegura que le cambió "la vida", pero que nunca se sintió obligada a asumir el cargo. "Soy una mujer libre", aseguraba, insistiendo en que nadie toma "decisiones" por ella.
Unos meses después, Yolanda Díaz se convirtió en vicepresidenta segunda, tras la salida de Carmen Calvo a escasos días de la aprobación de la Ley de Memoria Democrática.
De los ERTE a la reforma laboral
Díaz se tuvo que enfrentar a una de los ministerios más complejos durante la pandemia del Covid-19, además de la cartera de Sanidad, en la que estuvo el foco puesto continuamente. Al frente de Trabajo, Yolanda Díaz fue la impulsora de la prohibición de los despidos en tiempos de Covid, incluyendo aquí también los contratos temporales, y también la responsable de la negociación que acabó con la aprobación de los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que permitían la suspensión de contratos o reducciones de jornada de manera temporal, siempre que hubiera causas justificadas para ello.
También fue Yolanda Díaz la que estuvo al frente de la aprobación de la subida del salario mínimo interprofesional a los 965 euros en septiembre de 2021. En febrero de 2023 —también con Díaz en el ministerio—, el Gobierno aprobó otra subida, lo que eleva el SMI a los 1.080 euros actuales, si bien entre las medidas que Pedro Sánchez anunció en su discurso de investidura ya sugirió una nueva subida del SMI.
En febrero de 2022, el Gobierno de coalición siguió avanzando en sus medidas y se selló la validación de la reforma laboral —aunque lo hizo por un solo voto y con un voto erróneo del PP—, que contempla la restricción de los contratos temporales, las modificaciones en la subcontratación o el fomento de ERTE para evitar despidos colectivos.
Ya este último año, a menos de dos meses de las elecciones municipales, Yolanda Díaz presentó su proyecto político, Sumar, que si bien no llegó a tiempo para las municipales, sí pudo presentar un proyecto propio en las elecciones generales, agrupando a gran parte de las formaciones a la izquierda del PSOE.
Las propuestas de Yolanda Díaz para la nueva legislatura
Como ministra y en su periodo en funciones, Yolanda Díaz ha seguido trabajando en muchas de las medidas que quiere seguir implementando en esta nueva legislatura. Quizás la que más ruido ha hecho ha sido la de reducir la jornada laboral, de las 40 horas actuales a un total de 32, de manera gradual. Para 2024, Díaz propone que la jornada laboral no sea superior a las 37,5 horas semanales, lo que supone estar "una hora antes en casa", algo que "mejora" la vida de los trabajadores.
En verano, antes de que se celebraran las elecciones, Díaz también propuso un impuesto a las grandes fortunas permanente, a elevar de manera progresiva para hacer frente a la injusticia fiscal existente en España. Entre otras medidas, Díaz también ha exigido al PSOE, antes de formalizarse el Gobierno, que se mantengan los impuestos a la banca y a las energéticas, insistiendo en que la inflación no está causada por los salarios, sino por los extensos márgenes de las empresas.
Yolanda Díaz y su vida privada
Yolanda Díaz está casada con Juan Andrés Meizoso desde 2004, con quien tiene una hija, Carmela, aunque mantiene su vida privada muy al margen de los focos. Si bien se habla mucho de su padre (y de su tío), destacados activistas y políticos de izquierdas, la familia de la madre de Díaz, que falleció en 2013, era más bien de derechas, como confirmaron varias fuentes a 'El Mundo' hace unos meses. Eso sí, aunque reservada en su aspecto más íntimo, Díaz reconoció hace un tiempo en una entrevista con Jorge Javier Vázquez que la muerte de su madre, que fue repentina, fue algo "horrible" de lo que nunca ha conseguido recuperarse. Su madre se llamaba Carmen Pérez y fue la que dio el nombre a la hija de Díaz y su pareja, a la que llaman cariñosamente Carmeliña.
Suso Díaz, su padre, es por quien —según ella misma dice— hace lo que hace, porque "nuestros padres y madres son los que nos han enseñado lo que es la democracia". Y aunque no habla mucho de su vida privada, se emociona al hablar de su familia y señala que su padre es un considerable melómano —"tiene una colección impresionante de vinilos".
Díaz es la "hermana pequeña de una familia de hombres": tiene dos hermanos, con los que se lleva "muchos años". "Nací cuando no debía", explica a Thais Villas antes de las elecciones. El mediano de los dos, recuerda, la lanzó a un cerdo: "A mi madre le dio... casi... un p'allá. Yo era muy pequeñita y este que es un trebello... me tiró a un cerdo", explica, con una sonrisa, antes de asegurar que "lo quiere mucho" y que al escuchar esta historia va a pasar "vergüenza". Díaz asegura que no tiene "claro" si sus hermanos están orgullosos de que se dedique a la política, aunque asegura que la "votan", si bien no siempre van a sus mítines. "Pero me cuidan igualmente, después del mitin vamos a cenar juntos".