Apoyado por varios compañeros, y sin Manuela Carmena, el concejal de Cultura Guillermo Zapata ha dejado su puesto. "Era un ejercicio de responsabilidad quitarme de en medio", ha señalado en rueda de prensa.
Zapata se marcha después de la polémica desatada por los tuits con chistes antisemitas o sobre víctimas del terrorismo que escribió hace años. "He generado dolor a otras personas".
Por eso, ha reiterado una vez más sus disculpas: "He pedido perdón al padre de Marta del Castillo y voy a pedir disculpas por carta a los demás". Disculpas, que también pide personalmente a los que ha podido molestar.
Su renuncia ha llegado tras hora y media de reunión con Manuela Carmena, pero asegura que nadie le ha echado: "Nadie me ha invitado a marcharme, ha sido un proceso discutido colectivamente".
Un cambio con el único fin de no perjudicar el proyecto: "Estamos en un proyecto colectivo y hay que hacer lo mejor para la ciudad", explicaba. Sólo 48 horas después de haber sido nombrado deja de ser concejal de Cultura, pero mantendrá su acta.