Franceso Persico, un italiano de 33 años, electricista y teniente de alcalde de la localidad de Anzzano San Paolo, ingresó en el Hospital Mount Sinai West en Nueva York con 41 de fiebre en marzo, en pleno arranque de pandemia.
Según ha afirmado, cuando estaba de camino al hospital "pensaba que lo máximo que le podía pasar era una fiebre alta o una gripe". Pero no fue así.
Era COVID-19, y tuvo que pasar 20 días hospitalizado y seis días en la UCI. Cuando se recuperó le llamó la administración del centro para preguntarle cómo iba a pagar.
La factura ascendía hasta los 100.000 dólares. En total, más de 85.000 euros por estar hospitalizado, casi 7.000 euros por cada noche en la UCI y más de 2.000 por el trayecto de 800 metros en ambulancia al hospital.
Francesco contaba con seguro de su empresa, pero la letra pequeña decía que no curbrirían los gastos si el COVID era declarado pandemia mundial. Aun así, Francesco tuvo suerte, ya que ingresó el día 9 de marzo, dos días antes de que la OMS así lo declarara.