Calendario litúrgico
Los 7 dolores del Viernes de Dolores
Para muchos, estamos a las puertas de la Semana Santa. Para los más devotos, hace tiempo que estamos dentro del periodo religioso que culmina con la celebración de la pasión de Cristo.

La Semana Santa para muchos no es más que un periodo de vacaciones: los centros escolares cierran, para dar el cambio de trimestre, y muchas oficinas y establecimientos ven en esta época un gran festivo (o varios, en función de la comunidad autónoma y el municipio). Pero para los más devotos, la Semana Santa es mucho más y, por consiguiente, también dura mucho más.
Es por eso que días antes de que arranque oficialmente la Semana Santa, y el mismo día que los colegios cierran sus puertas para el segundo gran periodo vacacional del curso, ya se habla de una de estas jornadas incluidas en el calendario litúrgico: el Viernes de Dolores. No se trata de un día recogido como festivo en los calendarios laborales oficiales, pero sí es un día que marca el inicio de esta semana sagrada para los católicos.
De hecho, aunque la mayor parte de procesiones se celebran durante los días santos, las primeras procesiones de la Semana Santa arrancan el Viernes de Dolores. Esta jornada recibe este nombre porque, según la tradición católica, se recuerda a los siete dolores que sufrió la Virgen María en la semana anterior a la muerte (y posterior resurrección) de Jesucristo. Estos siete dolores son, según la Biblia:
- Primer dolor: la profecía de Simeón en la presentación del niño Jesús
- Segundo dolor: la huida con Jesús y José a Egipto
- Tercer dolor: la pérdida de Jesús
- Cuarto dolor: el encuentro de Jesús con la cruz camino del calvario
- Quinto dolor: la crucifixión y agonía de Jesús
- Sexto dolor: el recibimiento en brazos de Jesús muerto
La primera ciudad que comenzó a celebrar procesiones el Viernes de Dolores en España fue Cartagena (Murcia), con el Vía Crucis del Santísimo y Real Cristo del Socorro. Se trata de una procesión cuyo origen se remonta a la cofradía del mismo nombre, que nació en el siglo XVII, en respuesta a la sanación del hijo del duque de Veragua. En un principio, esta cofradía estaba formada por 33 caballeros nobles cartagineses.
La sanación del hijo del duque de Veragua fue su origen: el 13 de marzo de 1689, uno de los hijos del duque, con sólo 22 meses, se curó milagrosamente de la enfermedad que tenía, según la tradición cristiana.