El mes pasado se convirtió en el abril más caluroso en la superficie de la Tierra desde que hay datos, con lo que el planeta ha encadenado 11 meses consecutivos con récords mensuales de calor, una tendencia iniciada en junio de 2023 al calor de un nuevo episodio de El Niño. Así se desprende del último boletín climático del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), dependiente de la Comisión Europea.

El boletín, difundido este miércoles, señala que la temperatura del aire en la superficie del planeta fue de 15,03 grados durante el pasado abril, lo que supone 0,67 más que la media de ese mes entre 1991 y 2020, y 0,14 por encima del anterior abril más cálido, de 2016. Esa racha de 11 meses seguidos con récords de calor es inusual y para encontrar otra hay que retroceder hasta entre mayo de 2015 y agosto de 2016, cuando entonces el planeta estaba bajo los efectos de otro potente episodio de El Niño.

La serie histórica de temperaturas mensuales de Copernicus, que comienza en 1940 y analizada por Servimedia, indica que la anomalía de temperatura global del pasado abril fue la duodécima más alta en el registro, encabezado por septiembre de 2023 (0,93 grados más de lo normal) y seguido por octubre, noviembre y diciembre del año pasado (0,85 grados).

Carlo Buontempo, director del C3S, indicó que El Niño alcanzó su punto máximo a principios de año y las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico tropical oriental están volviendo a “condiciones neutras”. “Sin embargo, mientras que las variaciones de temperatura asociadas con ciclos naturales como El Niño van y vienen, la energía adicional atrapada en el océano y la atmósfera por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero seguirá empujando la temperatura global hacia nuevos récords", añadió.

Océano cálido

Además, el mes pasado fue 1,58 grados más cálido que la estimación de la media de abril entre 1850 y 1900, esto es, el periodo preindustrial de referencia. La temperatura media mensual de los últimos 12 meses (mayo de 2023 a abril de 2024) resultó ser la más alta jamás registrada, con 0,73 grados por encima del promedio entre 1991 y 2020, y 1,61 respecto al del periodo preindustrial entre 1850 y 1900. En Europa hizo 1,49 grados más de lo habitual respecto a la media entre 1991 y 2020, con lo que abril de 2024 fue el segundo abril más cálido en el continente.

Hizo más calor de lo normal en zonas de Europa del este, mientras que Islandia y la región comprendida por Finlandia, Noruega, parte de Rusia y Suecia tuvo más frío de lo habitual. Fuera de Europa, las temperaturas estuvieron muy por encima de la media en el norte y el noreste de América del Norte, Groenlandia, el este de Asia, el noroeste de Oriente Medio, partes de América del Sur y la mayor parte de África.

El fenómeno de El Niño continuó debilitándose en el Pacífico ecuatorial oriental, pero las temperaturas del aire marino se mantuvieron en un nivel inusualmente alto. De hecho, la temperatura media mundial de la superficie del mar para abril de 2024 entre las latitudes 60ºS y 60ºN -es decir, todo el planeta salvo Groenlandia, la Antártida y la zona más al norte de América, Europa y Asia- resultó ser la más alta de ese mes, con 21,04 grados, apenas 0,03 menos que el récord de cualquier mes, establecido en marzo de 2024.

Lluvia

En cuanto a las precipitaciones, el pasado abril fue predominantemente más húmedo de lo normal en la mayor parte del noroeste, el centro y el noreste de Europa. En cambio, llovió menos que de costumbre en casi todo el sur del continente, incluidas grandes áreas del este de España, la Italia peninsular, los Balcanes occidentales, Turquía, Ucrania y el sur de Rusia, así como Islandia.

Más allá de Europa, abril resultó más húmedo que la media en regiones del centro, el este y el sur de América del Norte; Asia central, los países del golfo Pérsico, el extremo oriental de Asia, el este de Australia y el sur de Brasil, con lluvias fuertes que a menudo provocaron inundaciones. Por el contrario, se observaron condiciones más secas que el promedio en partes del norte de México, alrededor del mar Caspio y la meseta tibetana, además de casi toda Australia.

Hielo marino

Por otro lado, la extensión del hielo marino del Ártico estuvo un 2% por debajo de la media en abril, una anomalía relativamente pequeña en comparación con las registradas durante ese mes en el último decenio. Al igual que en marzo, las anomalías en la concentración de hielo marino se mezclaron en todo el Ártico y se mantuvieron por encima de la media en el mar de Groenlandia, una característica persistente desde el pasado octubre.

Por su parte, la extensión del hielo marino de la Antártida estuvo un 9% por debajo del promedio, la décima extensión más baja para abril en el registro de datos satelitales, con lo que continuó la serie de anomalías negativas frecuentes observadas desde 2017. Al igual que en febrero y marzo, las concentraciones de hielo marino estuvieron muy por debajo de la media en el norte del mar de Weddell y en el sector del mar de Ross-Amundsen.