Dos detenidos

Un accidente en el que un trabajador perdió dos dedos destapa una red de explotación laboral

Los detalles La Guardia Civil ha identificado a siete personas como posibles víctimas de esta red de trata de seres humanos, aunque tres de ellas se han negado a denunciar por miedo a posibles represalias.

Un agente de la Guardia Civil de espaldas. Un agente de la Guardia Civil de espaldas. Europa Press

La Guardia Civil ha logrado destapar una red de trata de seres humanos con fines de explotación laboral después de que un trabajador en situación irregular perdiese dos falanges de su mano en un accidente laboral.

El accidente lo sufrió una persona de nacionalidad peruana que perdió dos dedos de la mano el pasado mes de diciembre en Lagarejos, una pedanía sanabresa del municipio zamorano de Asturianos de apenas una treintena de vecinos, y a raíz de ese suceso se inició una investigación que ha permitido destapar esa trama de trata de seres humanos.

En ella se ha identificado a siete personas como posibles víctimas, aunque tres de ellas se han negado a denunciar por miedo a posibles represalias, por lo que a las dos personas detenidas en el caso únicamente se le han imputado delitos de trata de seres humanos por los casos denunciados.

Los detenidos son dos hombres de nacionalidades española y portuguesa y residentes uno de ellos en Madrid y el otro en un municipio de la comarca zamorana de La Carballeda.

Los dos detenidos han sido ya puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Puebla de Sanabria en una operación que sigue abierta. Las víctimas de la red son en la mayoría de los casos personas de nacionalidad peruana, aunque también hay algunas de otras nacionalidades que presuntamente también eran explotadas laboralmente.

Fruto de la investigación, agentes de la Guardia Civil conjuntamente con integrantes de la Inspección de Trabajo de Zamora accedieron el pasado mes de enero al domicilio y el lugar de trabajo de las víctimas, donde se practicó una de las dos detenciones, del que era el encargado del centro laboral, como supuesto cooperador necesario del delito de trata de seres.