Durante siete años, Aitana fue acosada por sus compañeros de clase. "Siempre estaba golpeada, me dieron un muletazo en el ojo y se me puso morado. Burlas, insultos...", cuenta la afectada.
Cuenta que se convirtió en el objeto de burla de todos. "Me decían perrito faldero, marginada, que caía mal a todo el mundo, que todo el mundo estaba deseando perderme de vista...", asevera Aitana.
Asegura que para ella fue una tortura, que era un infierno ir cada mañana al colegio. Entre otras cosas, cuenta que escondieron sus zapatos en la ducha y tuvo que subir descalza a clase.
"Nos habían dicho 'os ha tocado como al que le toca un cáncer'", reseña la madre de Aitana. Desesperados, denunciaron ante la consejería de Educación de la Comunidad de Madrid que, como ocurrió con Diego, cerró el caso. Por lo que pusieron una denuncia por lo penal que se archivó.
"El fiscal me decía que esto era como un perro que te ladra. Si tu pasas y no le haces caso, iba a dejarte de ladrar", explica la joven, que ahora tiene 13 años y ha cambiado de colegio. Está feliz y cuenta lo que ocurrió para que otros niños no pasen por lo mismo.
Por su parte, el Consejo de Ministros ha aprobado un plan contra el bullying. "Queremos que el acoso escolar no sea un grito silencioso", ha asegurado Íñigo Méndez de Vigo, Ministro de Educación.
Son 70 medidas, entre las que destaca un teléfono gratuíto para los niños, un protocolo con las Comunidades o formación específica para profesores. "Hace falta más personal en los centros de orientación, psicólogos, trabajadores sociales...", asegura Carlos Fernández, presidente de la Asociación de Profesores de Madrid.
Se queja, pero no vive ahí
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