Alfonso Basterra no tiene nada que ver con la muerte de su hija, según ha declarado en una entrevista concedida desde la cárcel a 'El Correo Gallego': "Soy inocente y dejaré la cárcel con la cabeza bien alta".

Basterra se declara inocente de un crimen en el que quedan muchos interrogantes: "¿Cómo lo van a entender si yo mismo no me explico nada y no sé porque estoy aquí?" Reconoce haber preparado la última comida que Asunta tomó, pero dice que no le echó nada: "No di Orfidal a mi hija en su última comida y antes también avisé yo a sus profesores de que la niña tenía somnolencia".

Es el juez el que le acusa, porque considera que hay pruebas que relacionan a Basterra con la muerte de la menor: "Siento como si estuviera metido en una pesadilla infernal. Me repugnan muchas cosas que han ocurrido, que he sufrido. Como toda esa gente indeseable que se concentró en la calle para gritarme 'asesino, asesino'. No soporto recordarlo".

Un escena que aún no ha conseguido olvidar: "Le molesta muchísimo recordar ese momento, no entiende que le pueda juzgar gente que no le concoe de nada", afirma Ángel Seijo, coordinador de 'El Correo Gallego'.

Según los expertos, Basterra vive agobiado. Por eso, con esta entrevista, ha querido dar a conocer su situación: "Consciente del alcance de los medios, le empuja a buscar adhesiones a través de esta amplificación", según el psicólogo Valentín Martínez-Otero.

Su estancia en prisión está siendo una experiencia dura, pero llevadera: "Lo realmente duro, una tortura, fue perder a Asunta. Lo demás se puede soportar, te lo aseguro". Alfonso Basterra asegura que está ansioso por saber de qué se le acusa. Quiere desarmar paso a paso la versión de los que le acusan de haber matado a su hija.