Istvan Horvath, el ciudadano rumano acusado de ayudar a ocultarse en Rumanía a Sergio Morate, principal sospechoso del doble crimen de Cuenca, asegura que este le contó que había matado a su exnovia, pero que él no le creyó. "No le creí, le dije que intentaba impresionarme, por eso no advertí a la Policía", insistió.