La presidenta de la Asociación de Afectados por la Venta de Viviendas de la EMVS, Arancha Mejías, ha tildado de "vergüenza" el burofax enviado por Fidere en el que se comunica que no se renueva su contrato y que debe abandonar el piso en un plazo de un mes.

Además, cree que la decisión es una "venganza" por su posición crítica a la venta de 1.860 viviendas en 2013 a un fondo de inversión, dado que compareció en la comisión de investigación municipal sobre el proceso de enajenación, y se siente "discriminada", al indicar que se le ha dado un "trato diferente" a otros inquilinos y no se le ha ofrecido la posibilidad de renovar el contrato en la vivienda en la que lleva residiendo 20 años.

Mejías ha recordado que en 2013, cuando el Consistorio vendió las viviendas la entonces alcaldesa Ana Botella aseguró que en 10 años los inquilinos podrían firmar su casa "para siempre". No obstante, no ha sido así. Por ello, ha denunciado que no sólo no puede firmar su casa, sino que se ve obligada a abandonarla.

Además, la afectada ha asegurado que se siente "atacada" personalmente, ya que a ningún otro vecino le ha llegado esta carta. Sin embargo, ha manifestado su deseo de seguir pagando su alquiler, aunque tenga que asumir un aumento de precio.

Por su parte, la Delegada del Area de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras ha manifestado su apoyo a Mejías y su familia y ha anunciado que se reunirá el Consejo de Administración de la EMVS para abordar una solución. Además, ha calificado esta medida tomada por Fidere de "desahucio".