Artur Segarra, el español detenido por el asesinato de David Bernat, niega haberle matado. Lo asegura en una entrevista que publica el diaro 'El Mundo'. "Me han tendido una trampa. Yo no he matado a nadie. Y me van a matar como a David".
El principal sospechoso dice que el dinero de Bernat que se transfirió a su cuenta bancaria nunca llegó a sus manos y que lo tiene la policía camboyana que le detuvo.
Pero las pruebas de ADN, la declaración de más de diez testigos y su novia tailandesa, detenida el pasado sábado, apuntan a él. La joven declaró a la Policía que él le prohibió abrir el frigorífico de la casa en la que convivían.
"Eso es imposible. La Policía tailandesa la habrá obligado a firmar la declaración. Es muy típico en esta parte del mundo", afirma Segarra al periódico.
Segarra, pendiente de una orden de ingreso en prisión por falsificación de documentos y tenencia ilícita de armas, juicio al que no se presentó, teme ahora la probable pena de muerte a la que puede ser condenado en Tailandia. Por eso, en la entrevista, deja claro su deseo de extradición a España para que le juzguen aquí.
Los investigadores tienen claro que actuó solo en el asesinato del directivo, pero creen que la extorsión pudo cometerse junto a varias personas. La Policía tailandesa registrará la casa del presunto asesino donde supuestamente escondió el cadáver de Bernat hasta arrojarlo al río.
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