El acusado, Joseph Oberhansley, asaltó el apartamento de su expareja de 46 años para matarla a puñetazos. Después de cometer el crimen, el asesino se comió el cerebro, corazón y pulmones de la mujer.
Tras varios días de ausencia en su puesto de trabajo, los compañeros de la asesinada trasladaron su preocupación a la policía.
Los agentes encontraron el cuerpo de la mujer degollado bajo una lona en el cuarto de baño de su casa de Jeffersonville, Indiana.
Los investigadores descubrieron en el domicilio "un plato con lo que parecía ser hueso del cráneo y de la sangre" y una sartén con pinzas de cocina manchadas de sangre, según afirma 'Mirror'. El hombre confesó posteriormente que había cocinado varios órganos.
La autopsia aseguró que la mujer había fallecido debido a los numerosos golpes en la cabeza y cuello.
El hombre de 35 años está acusado de asesinato, abuso de un cadáver y allanamiento de morada. La policía descubrió en sus nudillos varios cortes sospechosos y descubrió que tenía un cuchillo lleno de sangre en su bolsillo.
"Te digo que estoy completamente competente", ha asegurado Joseph Oberhansley al juez instructor del caso. El magistrado ha encargado varios informes psiquiátricos antes de comenzar el juicio.
"Obviamente tienes al tipo equivocado", señaló Oberhansley al juez asegurando que él era "Zeus Brown" y no Josep Oberhansley.
En el año 2000 el asesino fue acusado de matar a su anterior pareja y agredir a su suegra. También fue detenido por conducción temeraria.

Tienen miedo a represalias
Los repartidores de Barcelona denuncian la precariedad laboral que sufren: jornadas interminables, sin descansos...
El contexto Los repartidores están en una situación límite dada su precaria jornada laboral donde tienen miedo a represalias por denunciar las condiciones en las que trabajan.