Conmoción en Las Pedroñeras, Cuenca, después de que un hombre asesinase, presuntamente, a su exmujer y a sus dos hijos.

Al parecer, su exmujer, Ammal, estaba incluida en el sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén) tras haber denunciado a su expareja en 2017, 2019, 2020, 2021, 2022, y dos veces en 2023.

Según han desvelado fuentes de la investigación a laSexta, la última denuncia es del 20 de octubre del año pasado, después de que el hombre se presentase en casa de la víctima a la hora de comer para insultarle, pegarle y empujarle en mitad de la calle. Unos hecho que fueron presenciados por un vecino.

En ese momento, se decreta una orden de alejamiento de 300 metros. Sin embargo, esta orden es quebrantada el 3 de noviembre de 2023, día en el que un vecino le identifica en mitad de la calle pinchando las ruedas de varios coches. Al acudir al lugar, los agentes entran en la casa para detenerle, pero el hombre huye por el tejado.

Ahora, investigan qué ha podido fallar para que el hombre volviese a saltarse de nuevo la orden de alejamiento entrando por un hueco en la pared que hace meses había hecho en la casa adjunta a la suya para poder entrar y amedrentar a su familia. Un hecho que ha acabado con un trágico final.

Una amiga dio la voz de alarma

Fuentes de la investigación han explicado a laSexta que la víctima vivía con sus dos hijos y una amiga, que fue la que dio la voz de alarma tras volver a casa y ver varias cosas sospechosas. En primer lugar, al regresar del trabajo a la vivienda, la amiga que encuentra con que había una colilla de un cigarro, algo que le extraña porque ninguna de ellas fuma.

Además, el suelo estaba fregado. En ese momento, comienza a llamar a Ammal al teléfono, pero está apagado, por lo que decide volver al trabajo para preguntar si alguien le ha visto, pero nadie sabe nada de ella.

Finalmente, decide volver a casa y ve manchas de sangre en la pared, por lo que decide acudir a la Policía.

En ese momento, comienza una investigación por parte de la Guardia Civil, que consigue localizar a la expareja de Ammal en una caseta, borracho. Al ser interrogado, él dice que no sabe nada de ella, pero los agentes inspeccionan la caseta y se encuentran con unas zapatillas que se acaban de limpiar y coinciden con una huella encontrada en la vivienda.

En concreto, la huella se había encontrado en el pasillo de la casa, el punto exacto donde se producen los hechos. Finalmente, los agentes acaban encontrando los cuerpos de las tres víctimas dentro de un baúl en una casa anexa a su domicilio.