A unos días de su apertura, la cadena hotelera Riu ultima los detalles de la reforma del Edificio Plaza España, en Madrid, cerrado al público desde hace 12 años y que ahora recupera la esencia que tenía en los años 50, cuando se erigió como el primer rascacielos de la capital.
En un guiño al diseño de interiores de aquella década, en el vestíbulo se acumulan las estructuras, los murales de inspiración griega, los materiales como el mármol y los colores cobre y verde que dan un aire retro que se observa en sus 27 plantas.
"Desde el primer momento lo tuvimos muy claro en cuanto a conservar el legado que pertenece a Madrid, a los madrileños y el patrimonio", ha explicado el director general de hotel, Manel Jaile.
En este intento por mantener los usos originales, la cadena ha querido realzar elementos protegidos como los bajorrelieves de las paredes o una cabina de teléfono, además de replicar elementos como las lámparas en candilejas y la imitación del mobiliario del edificio que inauguraron los hermanos Otamendi en el año 1953.
Entre los elementos más antiguos del hotel (que ocupa 24 de las 27 plantas) destaca una botonera de ascensor que, para sorpresa de los huéspedes, no tiene un botón con el número 13.
Y es que, aunque la botonera ya sólo se mantiene como elemento decorativo, el hotel ha decidido prescindir de la planta 13 y del número de habitación 13, como ya hizo el famoso Hotel Plaza en los cincuenta, ubicado en el mismo edificio.
Lo contemporáneo aparece en materiales como el vinilo de las moquetas y las paredes, en la concepción de las habitaciones y las lámparas de diseño, como la que corona el vestíbulo con 300 hojas de laurel de cristal, con el objetivo de dar "un toque de modernidad", según ha señalado la jefa de comunicación de Riu, Laura Malone.
A falta de "algunos trámites administrativos", el director general del hotel espera abrirlo en los próximos días, después de unas obras que comenzaron en octubre de 2017 y que se vieron interrumpidas durante una semana por las denuncias del Grupo Baraka ante los tribunales por riesgos a la seguridad, que negaron tanto Riu como el Ayuntamiento de Madrid.
Riu llegó en junio de 2017 a un acuerdo para adquirir el Edificio España al grupo Baraka, que se lo había comprado a su vez a la empresa china Delian Wanda, cuyos planes de demolición y reconstrucción fueron truncados por el Gobierno de Manuela Carmena, que anuló el proceso iniciado por el PP para rebajar su protección.
Este hotel será el primero que abre la cadena hotelera en España y el más grande de la zona centro de Madrid con 585 habitaciones para entre 1.000 y 1.100 huéspedes y una magnitud de 65.000 metros cuadrados y un área comercial de otros 15.000, comprada por Corpfin.
El edificio también estará orientado a la celebración de eventos de negocios y congresos, para lo que se ha habilitado un salón de conferencias con una sala magna para 1.500 personas y uso versátil, que se puede dividir en hasta cinco espacios diferentes a través de despliegues laterales, donde se podrán hacer proyecciones o conferencias.
En total, 3.000 metros cuadrados destinados a eventos, un 'sky bar' situado en la azotea del edificio, en la planta 26, donde un rótulo que reza 'De Madrid al Cielo' anticipa las vistas que ofrece de la capital.
Abierta para todo el público, esta terraza cuenta con una pasarela de cristal que circunda el edificio para hacer un recorrido panorámico, además de una zona inferior para planes más nocturnos. Ante la atenta mirada de Torre España, el Palacio Real, la Almudena y la Casa de Campo dibujan el contorno de una ciudad que ha cambiado mucho desde los 50.
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