Con el encarecimiento de los viajes, este año han sido más los españoles que han optado por financiar sus gastos, pero cuidado, porque estos servicios pueden salir muy caros. Las asociaciones de consumidores alertan de los peligros de las tarjetas "revolving" y los llamados microcréditos para pagar las vacaciones.
El verano es una época de gastos y ante las vacaciones, hay quien ahorra y hay quien tira de crédito. "Más deudas no, estoy endeuda hasta los topes", comenta una ciudadana. Este año ha aumentado en un 17% el número de españoles que ha recurrido a ellos.
Entre las alternativas para financiar los gastos se encuentran las tarjetas "revolving". Aquellas en las que la deuda derivada del crédito se renueva cada mes y aumenta cada vez que se usa. O lo que es lo mismo, aportan la falsa sensación de tener dinero cuando, en realidad, lo que hacen es engrosar el compromiso de pago con el banco. "Pagar dinero por tener dinero es tontería", añade un ciudadano.
Tienen un interés medio del 18,5%, más de 10 puntos por encima de un crédito al consumo tradicional. Un problema que se extiende también a los créditos rápidos, con intereses aún más elevados. Enrique García, portavoz de OCU, asegura que "suele haber limitaciones en cuanto a la cuantía del crédito y al número de años".
Dinero rápido que nos puede salir muy caro: "El primer riesgo es el coste económico que tiene. Luego los problemas de sobreendeudamiento, lo que afectará a nuestra solvencia, y si tenemos problemas económicos, vamos a tener mucha más dificultad de acceso al crédito", añade García.
Lo que hace que su saldo vivo haya caído de los 10.600 millones de euros, frente a los 12.000 millones que se realizaron a cierre del año pasado. Una tarjeta que continua siendo un peligro para la economía domestica y que empieza a dejar espacio libre en nuestras carteras.