Circulaban en grupo, como cada fin de semana, por una carretera de A Guarda, en Pontevedra, cuando un vehículo, conducido por un hombre de 88 años, intentaba adelantarles llevándose por delante a varios de los ciclistas.

"Un coche vino por detrás y nos arrolló. A todos los que estaban por la parte izquierda se los llevó por el aire, iba seguramente con exceso de velocidad", lamenta uno de los ciclistas."Los llevó por encima del aire, saltaban por encima del coche", recuerda otro de sus compañeros.

Un ciclista ha muerto y otros siete han resultado heridos, tres de ellos están muy graves y han sido trasladados al hospital Álvaro Cunqueiro, en Vigo. "Fue en un segundo, los que estábamos por la derecha  literalmente hemos vuelto a nacer", declara uno de los ciclistas.

Tras el atropello mortal, el conductor, vecino del municipio, no se detuvo para auxiliar a las víctimas sino que continuó conduciendo hasta un restaurante cercano desde donde, muy nervioso y desorientado, ha avisado a la policía. "Dijo que había parado mucho más adelante en un bar para pedir ayuda, pero no nos auxilió ni nada", indica uno de los afectados.

El accidente se ha producido en un tramo recto y con línea continua, algo que impide el adelantamiento. Según fuentes policiales, el conductor ha declarado que cuando intentó adelantar al grupo, algunos ciclistas se habrían movido hacia la izquierda de la calzada, provocando el atropello mortal. El hombre, que ha dado negativo en las pruebas de alcohol y drogas, ha quedado en libertad con cargos tras declarar ante el juez.