Con tan sólo 33 años tiene un largo historial de malos tratos. Un lustro aguantando palizas, insultos y amenazas de su marido, hasta que dijo basta. "La última vez que me pegó fue delante de mi hija, me intenté suicidar y decidí dejarle", explica Lola, mujer maltratada.
Pero el valor que tuvo para huir y separarse de su maltratador, le faltó a la hora de denunciar. "No denuncié porque decía que me quería y le perdonaba, después no quise quedarme sola".
Como ella muchísmas mujeres maltratadas. Dar el paso de denunciar es muy difícil porque lo peor llega después, a la hora de declarar contra su agresor.
Los casos en los que el Fiscal se ve obligado a retirar la acusación porque la víctima se niega a declarar han aumentado. Esta causa ya supone más de la mitad de las denuncias retiradas en casos de violencia machista. Ana De la Rocha, trabajadora social de Movimiento por la paz, indica que "es un proceso muy duro, porque están bloqueadasy se ponen nerviosas".
Proponen que el juez de más importancia a los testimosnios de familiares o amigos y también a los informes policiales y partes de lesiones para conseguir que la denuncia prospere.
"En el momento en que va al centro médico y que existe un policía que está viviendo la situación de como viene esa mujer ya hay pruebas suficientes para poder condenarlo, lo que pasa es que nos negamos a condenar este tipo de conductas" dice Gloria Vázquez, Asociación mujeres Ve-la-luz.
La clave está en que se sientan protegidas, por eso piden que el estado ofrezca un asesoramiento integral a la mujer antes incluso de interponer la denuncia .