Teresa Romero ya está en Becerreá, su pueblo de Lugo, donde ha viajado directa desde el hospital. Javier Limón salía a atender a los medios para recordar que "Tere necesita descansar, no es que quiera, es que lo necesita".

Tras un mes ingresada, lo primero que ha querido hacer Teresa es reencontrarse con su madre, que pensaba que iba a tardar más en llegar a casa, ya que no había hablado aún con ella según comentaba.

El Ayuntamiento de Becerreá aprovechará la visita de Teresa para ofrecerle ser hija adoptiva. Los vecinos, orgullosos de ella, declaran que "es un logro no solo para ella, sino para toda la humanidad". De momento, no podrá volver a su piso de Alcorcón porque las tareas de limpieza y desinfección se prolongarán al menos seis días más. 

Además, Javier y Teresa estudian iniciar acciones legales. Según su abogado una demanda se centrará en los defectos a la hora de aplicarse los protocolos para atender a pacientes con ebola y que desencadenarón su contagio. Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, piensa que "es algo sorprendente porque está curada".

Probablemente habrá dos demandas más, de las cuales una será a la Consejería de Sanidad por el sacrificio de su perro y otra contra el consejero por vulneración del derecho al honor y a la propia imagen.