Rafael no puede contener las lágrimas. Acaba de firmar el papel en el que se compromete a dejar la casa en la que vive con su familia.

El Ayuntamiento les pagará el alojamiento en una pensión durante diez días mientras que buscan una nueva vivienda. Después le concederán una ayuda para financiar el 90% del alquiler, pero aseguran que aquí no acaban sus problemas.

La desesperación de Rita es máxima. Ayer no pudo más, intentó quemarse a lo bonzo mientras estaba reunida con concejales del Ayuntamiento. Quería evitar como fuera el inminente desalojo. El consistorio dice que esta vivienda es para otra familia y que ellos la han ocupado ilegalmente.

La familia lleva 15 meses viviendo en esta casa. Rafael tiene cancer, no puede trabajar, y los cuatro viven con una pensión de 352 euros. Tienen miedo a que después de diez días vuelvan a quedarse en la calle.