En las imágenes se aprecia como realizan juegos eróticos como meter una bola en la boca de una de las protagonistas o subirse los vestidos para mostrar los genitales. Todo ello, en medio de viandantes y menores.

El diario El Mundo ha preguntado al Ayuntamiento de Madrid por el suceso y han explicado que no tenían constancia del rodaje de esa secuencia y además han argumentado que para grabar en la calle no hay que pedir permiso si se realiza sin trípode.

Sin embargo, la productora podría ser multada por exhibicionismo o por incumplir la nueva Ley de Seguridad Ciudadana por actos contra la libertad e identidad sexual, con multas que podrían ascender hasta los 600 euros.