De los caños públicos de Segovia ya no sale ni gota. El ayuntamiento ha dado orden de cerrar las fuentes y de cortar el riego de los jardines públicos. La culpable es la sequía. No cae una buena tromba de agua desde hace un mes y los embalses de la zona están al 30% de su capacidad. Se ha pedido a los vecinos que hagan un consumo responsable para evitar restricciones mayores.

En Sacedón, Guadalajara, no han llegado a  cerrar el grifo, pero el agua que sale de ellos es de muy mala calidad. Los vecinos aseguran que huele mal y sabe a tierra. Por eso han tenido que recurrir al agua embotellada.

El embalse que abastece a esta población está al 12% de su capacidad, prácticamente lo único que queda es lodo. El centro peninsular es la zona más perjudicada por la sequía.  En los últimos tres meses, en Segovia y Guadalajara ha llovido la mitad de lo que suele llover en esta época del año.

Una ausencia de precipitaciones que también está empezando a provocar problemas en la agricultura y la ganadería y que está elevando los índices de contaminación de las ciudades.