Siete personas han muerto tras contraer el coronavirus en relación a una infección masiva en una boda en el pueblo de Millinocket, en el centro de Maine, Estados Unidos. El Estado relacionó inicialmente cinco de las muertes con el evento, a las que posteriormente se han añadido una sexta y una séptima días después de producirse.

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Maine ha asegurado que todas las muertes estaban relacionadas con el coronavirus. Sin embargo, ninguno de los fallecidos asistió al evento en el que se produjo el gran contagio.

La boda, que se celebró el pasado 7 de agosto, albergó a 62 invitados que cenaron, bailaron y se relacionaron entre sí, la mayoría sin mascarilla y sin guardar las medidas de seguridad de distanciamiento social.

El evento propició un contagio masivo que fue creciendo con los contactos de los asistentes. Seis fallecimientos ocurrieron en el Centro de Rehabilitación y Vivienda de Maplecrest, una residencia de ancianos en Madison, aproximadamente a 100 millas al suroeste del lugar de la celebración, pero ninguno acudió al evento. De hecho, el paciente cero del brote fue un asistente a la boda que infectó a sus familiares, uno de ellos trabajador del centro social.

"Ninguno de esos individuos asistió a la boda o a la recepción en sí", ha afirmado el Dr. Nirav Shah, director del CDC de Maine. Los brotes que se remontan a la boda han infectado a 176 personas en todo el mundo, incluso a reclusos de la cárcel del condado de York en Alfred, a unas 220 millas al suroeste de Millinocket. El motivo fue el mismo: uno de los trabajadores era un asistente que contagió a algunos reclusos.