Wild West Hogs, un viejo a migo de la familia de Rebecca Lewis, es el principal sospechoso de haber secuestrado a la pequeña en su casa. El hombre se presentó en la casa familiar la noche antes de su desaparición tras dos años sin visitarles.

Su hermana fue la última persona en ver a la pequeña antes de la desaparición pero unas fotos publicadas por la Policía han dado un rayo de esperanza a la familia. En ellas aparece la menor acompañada del presunto secuestrador en una gasolinera de Georgia. La Policía ofrece una recompensa de 3.000 dólares a las personas que aporten alguna pista de la pequeña.

El presunto secuestrador va vestido con una camiseta blanca y unos pantalones vaqueros, mientras que Rebecca lleva un vestido rosa. Además, la Policía sospecha de que Hogs habría llevado a la pequeña a un restaurante de comida rápida cercano al domicilio familiar antes de emprender su huida.