El banco de alimentos de la Rioja no da abasto. La demanda ha crecido en los últimos años a pesar de los cantos de sirena de la recuperación. Juan Carlos Fernández, vicepresidente del banco de alimentos de La Rioja: “Cada vez hay más gente que lo necesita”.

En seis años la entidad ha incrementado en un 42% la cantidad de material repartido anualmente entre los más necesitados. Además hace falta voluntariado cualificado, de momento 35 personas dedican su tiempo a una asociación que reparte alimentos entre 125 entidades sociales.

Carlos llegó desde Ecuador hace once años. En paro, ahora quiere apoyar a quienes sufren situaciones como la suya. “Siempre hay gente que me pregunta que dónde puedo pedir alimentos, porque no tienen ni para comer”.

El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, ya les ha ofrecido apoyo. “Cualquier necesidad, no tienen más que llamar a la puerta del Gobierno, y les daremos la respuesta adecuada”, asegura. Aunque en otras ocasiones se ha pronunciado así en caso de necesidad: “Ustedes se imaginan que en los meses de julio y agosto, vemos ir a unos niños al comedor y ahí van los pobres. Les marcaríamos para toda su vida”, afirmaba.  Lejos de los micrófonos, aquí siguen cargando camiones de solidaridad.