El tribunal de Malmö, Suecia, ha condenado a cadena perpetua a Peter Mangs, el 'francotirador de Malmö', culpable de dos asesinatos y cinco intentos de asesinato entre 2003 y 2011, la mayoría cometidos contra inmigrantes.

El análisis técnico de las armas encontradas en casa de Mangs y las balas y casquillos hallados en el lugar de los crímenes han sido determinantes, según el tribunal, que lo condenó además a indemnizar a las víctimas con 1.175.000 coronas suecas (unos 136.000 euros).

Mangs ya había sido declarado culpable, pero la duración de la pena había quedado supeditada al resultado de un examen psiquiátrico que determinó que no padecía ningún transtorno mental en el momento de cometer los delitos.

La acusación sostuvo que el hombre actuó movido por motivos racistas y por un odio hacia los delincuentes tras la muerte de su hermana por sobredosis y varios asaltos sufridos por su madre. La defensa pedía inicialmente su absolución y puesta en libertad.

El 'francotirador de Malmö' ha contado con el apoyo simbólico del ultraderechista noruego Anders Behring Breivik, autor de la matanza en la que murieron 77 personas. Breivik, condenado a una pena similar en agosto, llegó incluso a enviarle una carta y lo elogió públicamente.