En el hospital de A Coruña ya no saben donde poner las camas. En Urgencias están acostumbrados a convertir salas de espera o pasillos en habitaciones. Personal del centro vuelve a denunciar que la situación se desbordó de nuevo. Las familias de los pacientes lo confirman: ni siquiera había sillas de ruedas para ingresar a los enfermos.
Al padre de Sonia, con seis trombosis, le dio un amago de infarto. "Tuvo que esperar en una camilla bastante tiempo a ser atendido". Varias ambulancias tuvieron que esperar porque no les devolvían sus camillas, ya que era la única forma de tener a los enfermos que llegaban al hospital.
Los pacientes no sólo denuncian el colapso de urgencias, también el retraso en las citas. Ana lleva dos meses esperando su cita con el neurocirujano. Le detectaron un tumor benigno en la columna vertebral, apenas puede andar. "En el hospital me dicen que es posible que tarde un año en poder atenderme".