El refrán 'Por San Blas, la cigüeña verás' podría estar llegando a su fin ya que si hasta hace pocos años este ave migratoria volaba en estas fechas a latitudes españolas, ahora la cigüeña blanca en vez de volar a Africa para pasar el invierno se queda durante todo el año en España, donde las temperaturas se mantienen cálidas.
Así lo indican las 50 cigüeñas marcadas en el Programa Migra de SEO/BirdLife con la colaboración de Fundación Iberdrola España, el Grupo SaBio del IREC, la Estación Biológica de Doñana, la organización suiza Storch Schweiz, y los gobiernos de La Rioja y País Vasco. En concreto, las más de 50 cigüeñas blancas del programa muestran cómo han modificado sus hábitos migratorios pues ya no se marcha hasta el Sahel africano a pasar el invierno. La ONG indica que hay un número creciente de ejemplares que prefiere permanecer en España todo el año y no sólo porque hace menos frío, sino sobre todo porque según los técnicos de SEO/BirdLife, tiene que ver más con la presencia continuada de alimento que al clima.
La ONG empezó en 2012 a marcar cigüeñas blancas con GPS en La Rioja y Alava, para conocer sus movimientos y migraciones, sus vuelos y sus viajes y poder observarlo en directo a través de internet. Las nuevas tecnologías han permitido dotar a las cigüeñas con unos aparatos en la espalda, como si de mochilas se tratase para poder conocer dónde están en cada momento del año. Así la ONG recuerda que hace algo más de 50 años la cigüeña blanca invernaba principalmente en Africa y su llegada desde las remotas tierras africanas marcaba el inicio de la primavera para muchas personas.
Sin embargo, en las últimas décadas cada vez más cigüeñas blancas están invernando en España, y se ha detectado un importante cambio en su conducta migratoria, de modo que por ejemplo, muchas cigüeñas de centro Europa pasan el invierno en la Península Ibérica. Entre las razones han detectado que las cigüeñas tienen una nueva fuente de alimentación en arrozales y basureros, lo que les permite permanecer en España en invierno sin tener que viajar a Africa.
EL CLIMA, DETRÁS DE LOS CAMBIOS MIGRATORIOS