Emma trabaja como voluntaria con niños pequeños en un curso de verano. Lleva años haciéndolo, por eso cree que la iniciativa de la Generalitat servirá "para despertar muchas conciencias".

Es una de las alumnas que tendrá que tendrá que dedicar 20 horas de forma obligatoria a servicios a la comunidad. Ayudar en guarderías, limpiar bosques o recogida y reparto de alimentos.

A partir de septiembre será una materia obligatoria para los alumnos catalanes de tercero y cuarto de ESO. El próximo curso serán unos 5.000 estudiantes y en cinco años llegará a todos los alumnos unos 70.000.

Pero desde los sindicatos advierten del peligro de que estos trabajos voluntarios sustituyan puestos de trabajo. Además las OENGS colaboradoras exigen los medios necesarios para llevar a cabo esta iniciativa.