El sindicato revela en un comunicado que en el último año se perdieron casi 3.000 puestos de trabajo y que a lo largo de 2014 acabarán fuera del organismo público otras 1.351 personas.

Saúl es uno de ellos. Hasta hace apenas unas semanas acudía diariamente a trabajar al CSIC. Sin embargo, asegura: “Ahora mismo a cualquiera que se le acaba el contrato se va a la calle porque no hay dinero para quedarse”.

Él se siente afortunado porque ha conseguido otro trabajo pero en España hay miles de científicos que no ven su futuro en la investigación o que dependen absolutamente de financiaciones internacionales.

Es el caso del laboratorio que dirige Susana donde diseñan las lentes del futuro 17 personas de ocho nacionalidades diferentes. Acaban de ganar un premio con ayudas económicas europeas fundamentales para seguir desarrollando su proyecto.

Susana denuncia que “hoy por hoy sería imposible sólo con fuentes nacionales”. “Es un laboratorio grande que necesita fuentes internacionales”, añade. Además, un estudio de la Unión Europea sobre el gasto público en investigación sitúa a España en el puesto 22 de un total de 28.