800 inmigrantes han intentado saltar la valla de Melilla la madrugada del viernes. Para sortear el fuerte dispositivo policial, se han dividido en grupos y han tratado de acceder por distintos puntos del perímetro fronterizo.
En la zona próxima al Centro de Estancia Temporal, varios subsaharianos se han quedado durante horas encaramados a la valla. Un centenar de inmigrantes del CETI se han acercado hasta allí para animarles a dar el último paso. Los agentes desplegados no han tardado en dispersar a los inmigrantes y en llevarlos de vuelta al centro.
Los subsaharianos que estaban subidos a la valla también han sido devueltos a Marruecos. Todos, menos uno, que se ha negado a retroceder y se ha subido a una de las farolas que ilumina el perímetro. Ha estado más de tres horas a seis metros de altura. Es la imagen de la desesperación.
El equipo de Salvados, con Jordi Évole al frente, ha sido testigo de este nuevo intento de salto masivo, en el que una decena de inmigrantes ha logrado aceder a suelo español. "Ha habido un momento en el que los subsaharianos intentaban bajar la valla, en ese momento la Guardia Civil nos ha ordenado que nos fuésemos de la zona. En territorio marroquí no hemos podido ver lo que pasaba, sólo se escuchaban ladridos de perros y unos gritos que ponían la piel de gallina", ha relatado Évole.
Dos de los subsaharianos que han conseguido cruzar a Melilla han tenido que ser atendidos en el hospital por contusiones y heridas leves.
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