Las incongruencias en el relato de la madre de la niña provocaron su detención. Dos cámaras de seguridad grabaron su Mercedes donde, presuntamente, iba ella junto a otra persona, cuando había declarado que estaba de compras y en una finca. Además, junto al cuerpo de la niña encontraron una cuerda, que tiene gran similitud con un rollo que hallaron en la vivienda rural de la madre.
Por otro lado, se sospecha que la colilla de un cigarro junto al cadáver, que ahora se está analizando, pueda pertenecer al padre de la niña. La Guardia Civil también sospecha de Alfonso Basterra porque compró sedantes similares a los que aparecieron en el cuerpo de la menor. Aún se desconoce si es quien acompañaba a Rosario Porto en el vehículo que quedó grabado por las cámaras.
Francisco Polo y Socorro Ortega, los abuelos de la menor, murieron en un intervalo de siete meses. Una mujer, que decía ser prima de la pareja, alertó acusando a Alfonso Basterra y Rosario Porto de haberles asesinado. El Tribunal Superior de Justicia de Galicia niega que se vaya a reabrir la investigación.
En un primer momento, los agentes sospechaban que la motivación del crimen era la herencia de los abuelos, pero el móvil económico se está desmontando. En el testamento de los abuelos no figura su nieta y no existe ninguna otra indicación de que la menor fuera heredera del patrimonio de la familia.
HAY INDICIOS, PERO NINGUNO ES CONCLUYENTE