La Policía se han visto obligada a cerrar el puesto fronterizo de Beni Enzar, el principal de los cuatro que existen entre Melilla y Marruecos, ante la proximidad de un grupo numeroso de sirios, que han intentado aproximarse a territorio español, un objetivo que no han conseguido.

La Policía Nacional y la Guardia Civil han cerrado la frontera de Melilla después de un intento de entrada de entre 200 y 300 sirios, que gritaban "libertad y Madrid", según han informado fuentes policiales.

Los agentes han tenido que cerrar las verjas del puesto fronterizo de Beni-Enzar para evitar el acceso de este grupo numeroso de personas que han huido de la guerra de Siria y que han recorrido el Norte de África para intentar entrar en las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, con el fin de alcanzar Europa para solicitar asilo.

Las fuerzas de seguridad españolas fueron advertidas por las propias fuerzas de seguridad marroquíes de la llegada de este grupo numeroso y antes de que éste pudiera pisar suelo melillense, la Guardia Civil y la Policía Nacional ha podido frenar el intento de acceso irregular, ya que con la documentación que poseen, requieren de visado para poder entrar en España.

El paso estuvo interrumpido tanto para peatones como para vehículos, lo que dejó atrapados cerca de dos horas a cientos de personas a uno y otro lado de la verja, hasta que la policía marroquí pudo desalojar al numeroso grupo de sirios.