En su cuarta acepción, cadena es un conjunto de personas que se enlazan una con otra por un motivo determinado. Y, en el horizonte más cercano, para millones de mujeres en todo el mundo ese motivo determinado es el próximo 8 de marzo. "¿Que por qué es importante el 8M?", recoge el guante Clara Serra, "porque no vamos a conseguir una sociedad más libre, para nadie, sin feminismo".

Recién salida de la política, donde llegó a ser la número 2 de Más Madrid en la Asamblea, Serra observa hoy su anterior ocupación desde la distancia de quien ha elegido un nuevo rumbo como profesora, escritora y feminista, de las que llevan las gafas moradas puestas "y hasta las lentillas. Es más, ahora soy de las que tienen el feminismo incorporado en la retina".

-¿Y crees también que el resto de políticos y políticas están a la altura?

Creo que este movimiento les pone el listón muy alto, porque es un espacio de poder enormemente masculinizado en el que ni siquiera las mujeres feministas tienen fuerza por sí mismas para cambiar las cosas cuando están solas.

- ¿Recuerdas cuál fue ese punto de inflexión, cuándo cambiaste?

En mi caso no hay un único momento claro en el que comencé a ser feminista, pero sí hay algunas experiencias importantes, como las vividas durante mis primeros trabajos como camarera con jefes muy machistas con el descubrimiento que supuso entrar en un colectivo feminista en la universidad. Ahora, ese hueco lo ocupa 'Malas feministas'.

'Ser feminazi es ser un personaje de ficción'

- ¿Qué es ser feminazi?

Es ser un personaje de ficción, es el Coco que ha inventado la derecha y que, sin embargo, no existe.

- ¿Y existe el techo de cristal?

Existe, sin ninguna duda. Tanto el techo de cristal para las mujeres que no pueden llegar arriba, como el suelo pegajoso para muchas mujeres que no pueden despegar de las posiciones más subalternas y precarizadas. Falta mucha visibilidad para muchas mujeres, especialmente algunas mujeres que siguen siendo invisibles: las mujeres mayores, las mujeres cuidadoras, las mujeres trans, entre otras.

- ¿Y si tuviera que elegir a tres mujeres en concreto a las que dar visibilidad, cuáles serían?

Pues tres mujeres vivas que creo que son maravillosas, y a las que me gustaría que la gente conociera más, como son: Rafaela Pimentel, mujer migrante de República Dominicana que lleva 25 años defendiendo los derechos de las empleadas del hogar y organizándose junto a otras mujeres en el colectivo 'Territorio Doméstico'. Empar Pineda, luchadora antifranquista y militante feminista que fue muy activa en la lucha por el derecho del aborto en los años 80. Y fue, además, la primera lesbiana en salir en la televisión española, con lo que siempre ha estado comprometida con los derechos de las personas LGTB y la diversidad. Y María Bastarós, escritora aragonesa que ha escrito libros interesantísimos estos años, que trabaja en el terreno de la cultura feminista y rescata y reivindica a mujeres artistas olvidadas, un poco como estamos haciendo aquí ahora nosotras.