Tras los últimos ataques, Arran se explica en un comunicado donde afirma que sus acciones no se tratan de turismofobia, además de asegurar que es una crítica al actual sistema turístico de Cataluña.

Denuncian que beneficia a pocas personas y proponen varias reformas, como aumentar los impuestos a las empresas del sector y destinar esa recaudación a diversificar la economía.

Además, piden prohibir de manera inmediata la actividad de empresas relacionadas con los pisos turísticos, como por ejemplo AIRBNB. Y por último, quieren expropiar los activos turísticos como el hotel Vela o parques temáticos como Port Aventura y que de sus beneficios se empape toda la población.

Lo cierto es que sus actos violentos ya son recogidos por diarios franceses, como LeMonde, y los perjudicados ya cifran los daños. En la empresa de bicis 'Donkey Republic' denuncian haber sufrido unos 900 incidentes con un coste de 20.000 euros en los últimos cuatro meses.

Unas acciones que ya han condenado desde el Ayuntamiento de Barcelona. "Condenamos firmemente estas acciones. Han habido unos hechos graves y se han denunciado y los responsables tendrán que responder ante la justicia", dice Colau.

Eso reclama el Gremio de Hoteles, cuyo director Manel Casals pide a la administración ser más contundente y tomar medidas para que no vuelva a suceder. El Consistorio aborda el problema en una comisión extraordinaria.