Nada más delicioso que un capón ecológico relleno acompañado de verduras de la huerta, un plato que además de sabroso, es sostenible con el medio ambiente. Toda la materia prima procede de una granja ecológica, allí los capones son criados sin productos químicos que aceleren su engorde.

Los animales comen pastos frescos y se mueven libremente, sin jaulas. La clave de un producto sostenible es completar el ciclo natural. Los animales se alimentan de la huerta y abonan la tierra.
Es la clave de un producto sostenible, completar el ciclo natural. Blanca Entrecanales, fundadora de la dehesa ‘El Milagro’, lo explica: “Todo se retroalimente, los cultivos alimentan a nuestro ganado y por otro lado el ganado estercola el campo”.

Cada época tiene sus productos específicos, el campo produce hortalizas de temporada, por eso, apostar por ellos es ahorrar en recursos: “Se trata de no forzar la naturaleza”.

Las terneras pastan en las dehesas y solo reciben un aporte de pienso hecho con cereales de la propia granja.

Todos los productos se envían directamente al consumidor, eliminando los intermediarios: “Es una ventaja para el consumidor que sabe que los productos vienen del día anterior, de la huerta”.

Los cocineros valoran la calidad de estos productos artesanales porque de esta manera se consiguen platos exquisitos. El chef Alonso Castellano utiliza estos productos ecológicos en sus platos: “Conseguimos más intensidad de sabor y conseguimos una textura de carne más melosa, con grasa más infiltrada, más saludable”.

Una comida que además de saludable, potencia el comercio local de calidad.