A sus 46 años, de los cuales 24 encarcelado y de ellos 16 en el corredor de la muerte, Ibar, que tiene nacionalidad estadounidense y española, asume este nuevo juicio, que estará presidido por el juez Dennis Bailey, como una oportunidad para que "la verdad se imponga", según relata Joe Nascimento, uno de los abogados defensores.
"Está preocupado, pero confía en que si la verdad reluce, podrá por fin volver a casa", dice su abogado en vísperas de la cita en los tribunales de Fort Lauderdale, la ciudad situada a 48 kilómetros de Miami donde nació Pablo Ibar el 1 de abril de 1972.
La vida de la familia de Ibar, hijo de madre cubana, ya fallecida, y de padre vasco, cambió cuando fue acusado junto a su amigo Seth Peñalver, de origen mexicano, de las muertes de Casimir Sucharski, Sharon Anderson y Marie Rogers.
Los tres fueron asesinados en junio de 1994 en la casa del primero, dueño de un club nocturno, en Miramar (Florida) por dos personas que entraron a robar, según captó una cámara oculta.
Ibar fue sometido hasta ahora a tres juicios, de los cuales uno terminó sin que el jurado pudiera emitir un veredicto unánime, otro fue declarado nulo y un tercero, en el año 2000, concluyó con una condena a muerte que 16 años después fue anulada por la Corte Suprema de Florida, que ordenó que fuera juzgado de nuevo.
Este cuarto juicio se iniciará este lunes con el proceso de selección del jurado, que puede durar por lo menos un mes o "quizás más", según Nascimento. La vista del juicio, como tal, no se espera que comience hasta noviembre.
Una delegación de senadores españoles se propone asistir a las audiencias en apoyo de Ibar. Nascimento considera que la selección de quienes deben determinar si Ibar es culpable o no de las acusaciones que se le imputan es "una de las partes más importantes" del proceso judicial.
Valorado en 200.000 euros
Roban 400 jamones ibéricos y 500 cañas de lomo en una empresa de Huelva
La empresa Jamones Eíriz, ubicada en Corteconcepción (Huelva), ha denunciado ante la Guardia Civil el robo de 400 jamones de Jabugo y 500 cañas de lomo de bellota. Todo ello valorado en unos 200.000 euros.