El joven se enfrenta a
12 años de cárcel que es lo que le pide la Fiscalía como presunto autor de un
delito de lesiones por deformidad. Los hechos, según recoge el escrito de
calificación provisional, se remontan al 14 de agosto de 2012, cuando el
procesado, en compañía de su pareja y de su hijo de cinco meses y 18 días,
acudió a casa de su hermana a pasar la tarde.
A última hora de la
tarde, la madre del bebé y la hermana del procesado salieron para comprar algo
de cena. Cuando se quedó solo, M.C.M., tal y como recoge el escrito, decidió
bañar al bebé. Para ello, utilizó "agua hirviendo a altísimas
temperaturas" que vertió sobre el cuerpo de su hijo.
Prosigue el fiscal que
aunque el bebé empezó a llorar de forma inmediata, el acusado "sujetándolo
por la cabeza", "lo mantuvo en contacto con dicho líquido mientras el
bebé seguía llorando hasta que finalmente lo extrajo, cubriéndole a
continuación con una especie de trapo y secándole con él mientras se le
desprendía la piel".
Fue en ese mismo momento
cuando llegó la madre del bebé y la hermana del acusado que lo llevaron al
hospital donde quedó ingresado en la UCI y desde donde fue trasladado a la
Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla donde tuvo que ser
ingresado en la UCI pediátrica "dada la gravedad y magnitud de las
heridas".
En cambio, sobre el
acusado, según recoge Fiscalía, "no consta haber presentado lesión de ningún
tipo ni en modo alguno".El menor precisó 296 días en curar y tuvo que ser
sometido a varias intervenciones quirúrgicas para colocación de injertos
cutáneos.
El Ministerio Público lo
considera culpable de un delito de lesiones por deformidad con el agravante de
parentesco por el que, además de los 12 años de cárcel, reclama por encima de
la pena de prisión solicitada, otros 15 años de prohibición de acercamiento y
comunicación con su hijo, así como la privación de la patria potestad. Además,
Fiscalía pide que el procesado indemnice al representante legal de su hijo en
la cantidad de 180.000 euros.