Los prebióticos y los probióticos son conocidos en el mundo de la alimentación y de los suplementos alimenticios pero, ¿sabemos diferenciarlos y si ambos también se usan en cosmética?
La farmacéutica Mercedes Abarquero, directora científica de Vichy, aclara las diferencias entre ambos. Los prebióticos son sustancias contenidas en alimentos o en suplementos que nutren la microflora intestinal beneficiosa para la persona que los toma.
Por su parte, los probióticos son "microorganismos vivos" que podemos encontrar en alimentos, medicamentos o en suplementos y que, administrados en las cantidades adecuadas "confieren un beneficio para la salud de la persona", añade Abarquero para laSexta.com.
Para ser identificado como probiótico, el microorganismo debe cumplir una serie de requisitos, entre los que destacan:
- Estar correctamente identificado, pues hay diferentes géneros, especies y cepas.
- Carecer de factores de virulencia y/o capacidad de producir efectos en el metabolismo indeseables.
- Demostrar científicamente que tiene efectos beneficiosos en la salud en humanos.
- Mostrar tolerancia a las condiciones del entorno donde ejercen su acción y mantenerse viables y funcionalmente activos en el tracto gastrointestinal.
Su salto a la cosmética
Los beneficios de los probióticos hicieron que se probaran en cosméticos. Para esto, se usan unos derivados o "también llamados en ocasiones posbióticos y que nunca contienen microorganismos vivos", explica la directora científica de Vichy.
Al igual que ocurre con los microorganismos, estos 'postbióticos' son capaces de aportar diferentes beneficios para la piel según de qué tipo sean. Además, se aplican sobre la piel siempre por vía tópica.
Por ello, es muy importante conocer cuál es el que se incluye en el cosmético que vamos a usar, ya que sus propiedades varían.
"En nuestro caso, usamos las fracciones probióticas de un lisado de Vitrioscilla filiforme, que mejora la función barrera, fortifica la piel y mejora las defensas de la piel; o el derivado de la Bifidobacterium longum, que reduce la pérdida de agua a través de la piel, lo que indica que mejora la función barrera", indica la farmacéutica.
El uso de los derivados de probióticos en cosmética mejora los síntomas de la piel estresada: sequedad, acentuación de las líneas finas, pérdida de luminosidad, tirantez, rojeces, edema, brotes pérdida de elasticidad, más tendencia a las dermatosis y las infecciones…
También podemos notar sus beneficios con probióticos ingeridos, aunque, según explica Mercedes Abarquero, "los estudios han demostrado que se requiere tiempo para obtener resultados".
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