La migración sufre un repunte del que hay quien trata de sacar provecho y hacer negocio. Un equipo de la Sexta ha conocido de primera mano, en Senegal, cómo operan algunos grupos que ganan dinero a costa de poner en riesgo la vida de otros. También cómo los problemas para conseguir visado incentiva el mercado negro.

El equipo de la Sexta se ha montado en un pequeño cayuco, en un canal de Diel-Mbam (Dumbabayé), al norte de Senegal. Elhadj Ahmed Séne Diagne, jefe del pueblo, ha mostrado una de las rutas que toman las embarcaciones para sortear los controles policiales. Asimismo, ha asegurado que "algunos migrantes alquilan barcos pequeños desde canales como éste o desde otros puertos, dependiendo de donde se encuentre en ese momento vigilando la policía. Así se dirigen a un cayuco más grande que los espera en el océano".

También explica porqué hay tantas víctimas ahora en la travesía: "Antes, en este pueblo, los viajes los organizaban los propios pescadores que conocían el mar. Ahora los organizan gente sin esos conocimientos, que ha encontrado en la migración una nueva vía de negocio. Y por eso se producen tantas muertes".

No obstante, según el punto de salida, el discurso varía. En el puerto de Saint Louis, uno de los lugares con mayor concentración de cayucos del país, los reporteros conocen cómo preparan estas embarcaciones. Iba Ndiaye, artista y experto en cayucos en Saint Louis (Senegal) señala: "Son los cayucos de los dibujos de jardines, de viajes, dibujos que te ayudan a evadirte y escapar de la vida que tienes a través de los colores".

Pero las fórmulas de escape aquí son diversas. Ndiaye reitera: "Son gente que busca clientes que pueden ser malienses, guineanos, gambianos, que traen hasta aquí y luego alojan cerca del puerto a la espera del viaje. Es la misma gente que sobrecarga los cayucos. Si es para 100, meten 300. Son los que pueden considerarse mafia".

Aunque Ndiaye ha querido matizar que "no son la mayoría. La mayor parte de los que viajan son senegaleses que están cansados de la vida aquí. Son familias o amigos que se organizan entre ellos para hacer la travesía en el mismo cayuco".

Aunque el negocio de la migración, según la socióloga y experta en procesos migratorios en Senegal, Kelly Poulet, no lo acaparan solo estos pequeños comerciantes de viajes: "Siempre que se incrementa la política represiva sobre una frontera, se genera toda una estructura y aparecen actores que crean lo que llamamos el negocio de la migración. Los trámites para obtener un visado son cada vez más complicados. Hay actores que se atribuyen gestiones relacionadas con esto, y esto se ha convertido en un gran negocio".

En lo que coinciden, es que el cierre de fronteras, solo abre nuevas vías tanto para la salida de migrantes como para el negocio con personas.