Teresa está deseando abandonar el Hospital, pero su cuerpo está débil y no puede estar mucho tiempo de pie, ha perdido mucho peso y necesita fortalecer los músculos.

Estos días sus compañeros se han volcado con ella, Teresa se encontró su nueva habitación tras abandonar el aislamiento decorada con globos y con algunos regalos, entre ellos un pijama de cuadros que Teresa lleva puesto, porque la auxiliar no tiene absolutamente nada, toda su ropa debe ser incinerada.

También escribieron un enorme mural, con mensajes y dedicatorias de todo el hospital. "Estamos muy felices de haberla abrazado", cuenta Fernando De la Calle, médico del Hospital Carlos III.

Javier, con el apoyo de Teresa, ha iniciado una recogida de firmas que ya cuenta con casi 40.000 apoyos para exigir la dimisión de los responsables de sacrificar a su perro Excálibur y evitar que una situación parecida se repita en el futuro. "Es evidente que yo lo respeto pero como comprenderán, no lo comparto. Creo que el funcionamiento que ha tenido la Sanidad madrileña ha sido excepcional", reflexionaba Ignacio González.

Tras abandonar su ailsamiento sus vecinos han podido ver por fin cómo está teresa y su cambio físico. "La hemos visto muy delgada, muy delgadita", afirma una vecina de Teresa. Están deseando volver a verla, pero de momento la vivienda continúa sin estar desinfectada, desde el viernes están trabajando en el interior el equipo especial de limpieza.