Frente al mensaje de que las mezquitas catalanas se puedan estar convirtiendo en nidos de extremistas, las comunidades musulmanas recuerdan: “Islam no es igual al yihadismo, es hermandad. Una comunidad de paz”, cuenta un miembro de esta comunidad.

“No dejan de ser sectas. Justifican sus actos en nombre del Islam pero eso es totalmente ajeno al Islam y a los musulmanes”, cuenta un miembro de la comunidad. Este desconocimiento genera intolerancia y frente a eso es necesario: “Educación, cultura, trabajo social. Sobre todo mucha información”, explica un experto.

Desde las mismas mezquitas, se están promoviendo jornadas abiertas a todos los credos, razas y nacionalidades cursos de árabe fácil, hasta traducen los sermones. “Para que no pueda haber interpretaciones radicales del mensaje que queremos transmitir”, cuenta un miembro de la comunidad.

Las asociaciones árabes agradecen también que se implante la asignatura de Religión Islámica desde Primaria aunque todavía se trata de algo muy minoritario. “La gente tiene que saber lo que es el Islam, cómo se expresa normalmente no solo en los atentados terroristas”, explica un experto.

Sobre todo hay que evitar que las segundas y terceras generaciones de inmigrantes se sientan rechazadas y se conviertan en presas fáciles de depredadores fundamentalistas, como ha ocurrido en Francia o Bélgica y que acaben siendo víctimas de sus retorcidas falsas promesas.