El padre de Marta del Castillo, Antonio del Castillo, ha acogido "con decepción" que haya concluido sin resultados positivos de cara a la investigación la búsqueda del cuerpo de la joven sevillana asesinada en enero de 2009 que se ha llevado a cabo durante toda la semana en una zona del río Guadalquivir que todavía no había sido rastreada, si bien ha querido agradecer el trabajo realizado al respecto por el equipo de buzos pertenecientes al Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional.
En declaraciones tras darse por concluida la búsqueda, Antonio del Castillo ha incidido en que quería "dar las gracias" a los 12 buzos de los GEO que, según ha recordado, se han desplazado desde Guadalajara y han estado trabajando toda la semana en turnos de mañana y tarde, a razón de tres parejas de buzos por turno en una zona de la dársena del río ubicada entre los puentes de la Barqueta y del Alamillo.
El padre de Marta ha reconocido que entraba "en las posibilidades" que la búsqueda concluyese sin encontrar restos de su hija, pero también ha recordado las "esperanzas" que tenía depositadas la familia en que el resultado fuera distinto, a tenor también de "los testimonios que teníamos".
"Ahora no queda otra que tirar para adelante", ha expresado Antonio del Castillo, que a la pregunta de si podría darse otra búsqueda de su hija en otro momento futuro ha señalado que lo desconocía, y en todo caso ha apuntado que no quiere "volver a molestar a tantas personas como las que han trabajado", en alusión al despliegue dispuesto para la búsqueda que ha resultado infructuosa.
En concreto, para las tareas de búsqueda se ha movilizado a doce buzos del Grupo Especial de Operaciones procedentes de Guadalajara, y previamente a su inicio se llevó a cabo por parte de la Armada una labor de inspección del terreno en dos fases.
Arrestado en Murcia
Detenido el asesino de Talavera, uno de los diez fugitivos más buscados por la Policía
Estaba acusado de un asesinato cometido en 2009 en Talavera de la Reina (Toledo). Tenía pendiente cumplir una condena de 15 años. Se ocultaba junto a su mujer entre grandes medidas de contravigilancia.