El dueño de la finca donde murió Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo en Totalán (Málaga), ha sido condenado a un año de prisión después de declararse culpable de la muerte por imprudencia grave del menor tras el acuerdo alcanzado con los padres del pequeño, a los que indemnizará con 180.000 euros.
La vista oral se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga y el acusado, además de reconocer los hechos que le imputan el fiscal y la acusación particular, ha pedido perdón a la familia: "Quiero pedirle perdón a los padres por el daño ocasionado, y que yo en ningún momento quise que al niño le pasara nada", ha declarado al recibir la sentencia.
Tras un acuerdo de conformidad, el magistrado ha dictado sentencia de forma verbal y ha estimado los atenuantes de reconocimiento tardío de los hechos y reparación parcial del daño. El juez también ha acordado una indemnización para cada uno de los padres de 89.529,27 euros y para la Junta de Andalucía por los gastos del rescate del pequeño de 663.982,45 euros.
A la salida del juzgado, el padre de Julen ha asegurado que nunca podrá resarcir su dolor. "Satisfecho no voy a poder quedar nunca", ha contado a los medios.
También ha hablado el dueño de la finca: "La condena la voy a llevar de por vida. Intentaré llevarlo de la mejor manera posible, pero siempre lavándolo a la espalda, porque no es fácil", ha explicado al finalizar la vista oral.